Ganadora del festival de sitges en 2012 como mejor película de animación, Los niños lobo es otro de los grandes clásicos dirigidos por Mamoru Hosoda. La película nos cuenta la historia de una madre soltera con dos hijos especiales, pues descienden de un hombre lobo y sus poderes irán despertando a medida que crecen. Esta situación les lleva a viajar hasta encontrar un hogar permanente en una zona rural aislada, donde cada uno de ellos irá descubriendo el lugar que quiere ocupar en la sociedad y cómo quieren vivir su vida.

La narración de la historia es lenta, deteniéndose en los detalles cotidianos de la vida familiar de los protagonistas, mostrándonos de una manera delicada y enternecedora todos sus buenos y malos momentos juntos. La banda sonora y la animación nos ayudan a sumergirnos en estas situaciones y empatizar con Hana, la madre protagonista, que sin estar preparada para criar a sus hijos, intenta tomar las mejores decisiones para todos.

Por otro lado tenemos a sus hijos, Yuki y Ame, una niña casi adolescente, enérgica y decidida, y su hermano pequeño, más débil y temeroso. En su nuevo hogar van a explorar las posibilidades que su naturaleza mixta les ofrece y definir su identidad para el futuro. Ambos emprenden en la película un camino de descubrimiento personal, donde tanto su familia como los amigos juegan un papel fundamental.

A pesar de que Los niños lobo no es una película con contenido violento, su duración de casi dos horas, hace que sea más recomendable a partir de los 10 años, para de verdad disfrutar la historia que cuenta y todos los valores que en ella se transmiten.

Además de mostrar la vida familiar, Hosoda ha plasmado en esta cinta el sentido de comunidad en las zonas rural, tan a menudo abandonadas, donde todos se echan una mano para salir adelante. Esta es la principal premisa de la película, la solidaridad y positividad de Hana frente a las situaciones que debe hacer frente y como poco a poco crea una comunidad a su alrededor en la que ella y sus hijos pueden apoyarse.

Sin entrar en más detalle, para no caer en el spoiler, quiero terminar recomendando ver Los niños lobo en familia, por lo bonito que es rememorar con nuestros seres queridos todas esas anécdotas de cuando fuimos jóvenes mientras disfrutamos de la película.