La última película hasta la fecha de Mamoru Hosoda, se estrenó en 2021 y tuvo una gran acogida en todo el mundo, recibiendo entre otros premios el honorífico en el festival de Sitges. La historia nos traslada a una reinvención futurista del clásico cuento La bella y la bestia, en el que los protagonistas se conocen online y cada uno tendrá sus traumas que superar. Este entorno online os resultará conocido si habéis visto Summer wars, otra de las grandes películas de Hosoda en la que explora las posibilidades del mundo virtual.

El enfoque de esta obra es muy emotivo, tanto por su temática como por la banda sonora. Por un lado tenemos a la protagonista femenina, que lucha por superar la pérdida de un ser querido y recuperar su voz. Mientras por el otro tenemos a un chico que convive con abusos de los que no puede escapar. A través del mundo virtual, los protagonistas se irán conociendo, relacionando, entre ellos y con otros, hasta llegar a crear un vínculo con el que conseguir la fuerza para luchar sus propias batallas. Como ya nos tiene acostumbrados el director, el poder de la comunicación será clave para resolver las situaciones de los protagonistas, y ayudarles a crecer, siempre conservando la positividad y contando con el apoyo de otras personas a su alrededor.

Aun así, esta película no puedo recomendarla para todos los públicos, por los temas que en ella se tratan. Creo que a partir de los 12 años es un gran acierto, con el que aprovechar en familia para reflexionar sobre la vida de cada persona, sus experiencias y sus objetivos. Así como de lo importante que es contar con una buena red de amigos y familiares en los que apoyarte. Si os animáis, disfrutaréis no solo de una animación espectacular, sino también de una música que ya forma parte de mi lista de reproducción favorita.